lunes, 13 de mayo de 2013

La del quinto


Se le escaparon las ganas y tras ellas, las manos, los sentidos, los gemidos . Demasiado tiempo sin sexo provocó un orgasmo adelantado pero no por ello menos plancetero. En ese momento se le escapó un grito que la vecina del quinto cogió al vuelo. 
- Manolo, ya está otra vez la del tercero, qué poca vergüenza, qué escándalo !...
Manolo no respondió.
- Manolo ? Qué haces en el baño, que son esos ruidos?...






domingo, 12 de mayo de 2013

VIDA, PASION Y MUERTE DE UNA POLILLA

Esta es la historia de  una polilla que nació la última en un primero de mayo y murió la tercera un día dos  después de haberse dado trompazos apasionados contra toda lámpara emcendida que pillaba a su paso y haberse posado en una sábana con olor a flor nenuco. Antes de morir fue entrevistada:

- Qué sientes cuando te das un trompazo contra las lámparas.
- No te sé explicar, es una semsación maravillosa, un  éxtasis, una pazada, se me funden  los sentidos.






viernes, 10 de mayo de 2013

La chaquetilla de chicote

Hacía tiempo que quería retomar este blog con una nueva entrada, pero nada me motivaba a hacerlo. Hasta que anoche reparé en las chaquetas de  cocina que utiliza Alberto Chicote para sus Pesadillas en la cocina.
La de anoche era rosa, no se qué clase de rosa, porque hay más variedad de colores rosas que rosas en si. A lo que íbamos, la de anoche era rosa con margaritas estampadas.
El restaurante que tenía que salvar anoche de la quema era de cocina asiática, como asiáticos eran los que se encargaban de la cocina, tan asiáticos que ni hablaban español, ni lo entendían. Como tampoco entendían lo de la chaqueta de Chicote, que fue de las pocas cosas que dijeron y que nos tradujeron amablemente.
Y yo los entiendo que no lo entiendan porque es que no es fácil de entender. Lo que si entenderían automática mente es que el asunto por el que estaba ese hombre allí era un asunto chungo relacionado con algún tipo de pesadilla, esas margaritas estampadas no podían tener otra explicación.
Al final del programa se la pusieron a uno de los cocineros y por la cara que ponía, como si le hubiesen puesto una camisa de fuerza, igual.
Poco más que añadir. Ah, si, que además de una chaquetilla como la de chicote también quiero pasar de tener un pelo liso a un pelaso con volumen.